AZKENA Y EL ESTANCAMIENTO DE LOS ESTILOS

Ya empieza la cuenta atrás de la nueva edición del festival Azkena. Y muchos son los sentimientos que se acumulan en mi interior. Hace tiempo que no voy a un concierto de hard rock en toda regla. Siempre ha sido un estilo de los que más me han gustado. Pero hay que reconocer que ciertos géneros llevan implícitos muchos clichés y tópicos que aborrezco. Lo pude comprobar el día de Cinderella. Adoro esa banda y sus discos, pero la escasa duración del show y un repertorio confromado a base de grandes hits (algo que quería oir el 90% de lso asistentes) me dejaron volviendo a  casa con una sensación de absoluta frialdad. Tenía que haber sido uno de esos conciertos apoteósicos, pero no fue así.  Demasiadas han sido las decepciones con bandas de este estilo, en las que se ha visto de todo en los antros más rocambolescos de la ciudad. La lista de situaciones patéticas vividas en esos bolos, de las que prefiero no acordarme, son de auténtico escándalo. Poca vergüenza y mucha tomadura de pelo, amparándose en la fidelidad de la fiel parroquia de seguidores.

Y ahora a Mendizabala. Muchas son las alabanzas dedicadas Ozzy en algunos foros, pese a que dudo que pueda grabar un disco o girar en condiciones; sin ayuda externa en el estudio y en directo (yo soy el primero a quien me gustaría verlo en condiciones), Danzig puede sorprender (ha vuelto con un buen disco), The Cult seguro que arrasarán y Glenn Hugues dará toda una lección de rock con BBC (De Bonamassa no hablo porque no me entusiasma demasiado verlo en todas partes). Pero seamos honestos, ninguno de los 4 son suficiente aliciente para que un servidor se desplace hasta Vitoria. Y menos cuando en el cartel hay las espectaculares incorporaciones de Gregg Allman, Cheap Trick, Primus, Dirty York ... pero sobretodo , la banda que más me atrae (y que a muchos dejarán estupefactos) los incombustibles The Avett Brothers.